En el barrio la conocen como una madre emprendedora, una madre forjadora de muchos ideales. Hablamos de Paola Sullón Chapilliquén, quien -desde hace años- se dedica a la venta de aderezos, condimentos y especies para todo tipo de comida en el Mercado Central de Talara.

Fue en 1999 cuando -entre la incertidumbre, pero muchas ganas de salir adelante- se inició en este rubro que tiene ver tanto en la sazón talareña. Lo hizo cuando se convirtió en madre soltera. “Los hijos son el motor que nos impulsa a salir adelante. Yo empecé con mis aderezos con solo un pequeño molino, porque antes no tenía licuadora”, rememora doña Paola.

Por ejemplo, un día puede recibir el pedido para hacer los condimentos para una parrilla, para un horneado. O la misión de poner el gusto a un arroz con mariscos o con pollo. “Todo eso lo elaboro con mis hijos, porque desde chiquitos me han ayudado bastante”, dice, con emoción.

Y de sus cuatro hijos, la primera sirvió a la Fuerza Aérea y de ahí, con esfuerzo, pudo darle educación en SENATI. El segundo se especializó en maquinaria pesada. Otro ya se graduó como ingeniero de petróleos en la Universidad Nacional de Piura. “Entonces, no hay ninguna excusa ni nada para poder salir adelante cuando una mujer es trabajadora. Nosotros tenemos que ver por los hijos y pedir a Dios sabiduría y fuerzas”, precisó.

Y así la dejamos, preparando sus aderezos. Al momento de despedirse de Talara, mi orgullo, preparaba azafrán (cúrcuma) para un suculento caldo de gallina o para unos tallarines. “Lo que se siembra, se cosecha. Tengo a mi lado a mi madrecita, quien -por increíble que parezca- aún me ayuda, a sus 95 años y ello es clave para reafirmar que la familia unida tarde o temprano alcanza sus metas”, finalizó.