Le recomendamos visualizar esta página en Internet Explorer versión 10 o superiores para una mejor experiencia.

Lo mejor de lo nuestro

Lo que sucedía en Talara un 28 de julio de 1821

Escribe: Efraín Trelles


Cuando se mira la historia con ojos regionales, siempre hay sorpresas. Hay elementos de la historia nacional que cobran vida en el lindero regional y colocan la patria chica en el centro mismo de su historia. Podemos pensar a modo de ejemplo en la puesta en marcha de la explotación petrolífera en Talara o en la toma de la refinería de Talara en 1969.

 

Otros eventos de la gran historia se recuerdan por igual desde la patria chica, aunque con relativa lejanía. Por ejemplo la proclamación de la independencia un 28 de julio de 1821. Se la recuerda en todo momento, pero el hecho mismo pasó desapercibido en la Talara de ese año, entonces conocida como La Punta. Fue un hecho remoto del cual se tuvo noticias casi una semana después y que fue probablemente recibido con alivio, porque para entonces ya hacía medio año que por esas costas, valles y ciudades se había proclamado la independencia.

 

En efecto, la expedición libertadora de San Martín llegó a Paracas en setiembre de 1820. Venían del sur, cuyos mares controlaban, y se esmeraron por ganar aliados en las aguas norteñas, hacia las cuales navegaron las naves de Cochrane, constatando la oleada política favorable a la independencia. El norte estaba maduro para la emancipación. Y así ocurrió en Trujillo, donde a fines de diciembre se proclamó la vida autónoma al margen de España.

 

De inmediato Torre Tagle y los suyos enviaron un emisario a Piura. El emisario llevaba dos documentos. Uno dirigido al cabildo de Piura, advirtiendo que debía abrirse en presencia de todo el pueblo. Otro para el comandante militar Teniente Coronel José Valdez, que se encontraba en La Punta, o sea en Talara. 


Como comandante del batallón en línea del estado virreinal había quedado el teniente José María Casariego. Este no pudo evitar que se convocara al pueblo en su conjunto para el día siguiente, pero en la víspera arengó a la tropa, la acuarteló, puso cuatro cañones en la plaza y lanzó encendidas vivas a favor del Rey de España.

 

Al día siguiente el pueblo efectivamente se reunió, y cuando se iba a abrir el pliego conteniendo la invitación del gobierno independiente de Trujillo a separarse de España, una voz audaz lo impidió. Los documentos debían abrirse en presencia del pueblo en su conjunto y los soldados eran parte del pueblo. Tras tensas negociaciones se logró que los soldados abandonasen los cuarteles y se integrasen al cabildo abierto a título de ciudadanos. Los realistas habían quedado políticamente desarmados. Histórico. Ejemplar. Muy poco conocido. Pero ocurrió entre nosotros. 


Fue de esta manera que en nuestra región se proclamó la independencia y separación de España. El calendario indicaba la primera semana de enero de 1821; Piura, Talara, Amotape, Colán y Pariñas eran todos libres e independientes. En Lima todavía estaba el virrey, pero solo por algunos meses más. Brindemos con todos los peruanos cada 28 de julio, pero aprendamos a conmemorar igual, o más, los visibles hitos de nuestra historia regional.