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Lo mejor de lo nuestro

Una Escuela de Surf en Talara

¿Quién no quiere subir a la cresta de una ola en Lobitos, donde Sofía Mulanovich obtuvo el campeonato mundial? ¿Cómo dejar de buscar una ola perfecta en Cabo Blanco, Máncora, Negritos, o Los Órganos? Los niños y adolescentes talareños, varios de ellos hijos de pescadores, quieren en estas vacaciones aprender este deporte que genera adrenalina y también conciencia ecológica.

Pero no siempre es bueno comenzar a aprender el surf en el mar. En la escuela de surf Akela enseñan las primeras técnicas a los niños en la piscina. Allí aprenderán a subirse a una tabla, a ubicarse bien y hacer los movimientos que los guiarán luego por las sendas del mar.

En esas clases, los menores de edad reforzarán su capacidad muscular y cardiorrespiratoria, pero también alcanzarán algo muy importante: mejorarán su autoestima y su seguridad.  Beneficios que harán mucho bien a las generaciones más jóvenes de talareños.

Y por eso, en la aparente quietud de una piscina, los niños y adolescentes de Talara se preparan para la marea no siempre tranquila que es la vida. Aprenderán el equilibrio y coordinación ante las olas pero también ante los problemas. Adquirirán concentración para enfilar a un “tubo”, pero también para enfilar a una meta en la vida.

Y también aprenderán no a temer al mar, sino a respetarlo, a amarlo, a cuidarlo, a no ensuciarlo, a considerarlo como un proveedor de recursos marinos –y por lo tanto de desarrollo-, y el escenario de una forma de vida y un motivo de orgullo para Talara.