En nuestro recorrido por Talara, encontramos a una de mujer emprendedora, quien, como empresaria en corte y confección, también quiere dejar un legado de enseñanza en su comunidad.

Ella es Sara Milusca González, quien descubrió su talento para la costura cuando estaba en secundaria. “Estudié corte y confección cuando todavía estaba en el colegio y cuando terminé mis estudios viajé a Argentina y trabajé en el taller de una tía, donde perfeccioné mi destreza elaborando prendas para conocidas marcas de ropa”, relata.

Con esa experiencia regresó al Perú y trabajó en diversas fábricas de la capital, así como en el competitivo Mercado Central de Lima. Sin embargo, Sara extrañaba su tierra norteña y como contaba con más de un plus, pues había confeccionado sus propios moldes industriales y dominaba el manejo de las máquinas remalladoras, recubridoras y cerradoras, decidió seguir su propio camino.

Es así como entró en ese competitivo rubro con un negocio propio. “No hay que tener miedo para hacer un emprendimiento si uno se traza un objetivo y se capacita, luego todo es empuje y decisión”, precisa.

Pero como su meta no ha terminado, Sara está decidida a transferir su conocimiento a otras mujeres, quienes, como ella, quieren trabajar en ese sector. “Pronto comenzaré con mi proyecto de capacitación, enseñaré con mis moldes industriales para que mis alumnas puedan confeccionar prendas exclusivas y, en un futuro, también puedan tener su propio emprendimiento”, finaliza.