ÁNGELES SOBRE RUEDAS: CUANDO EL VOLUNTARIADO ES MOTERO Y EFICAZ
08.02.2019
Aunque algunos pueden pensar que un grupo de “moteros”, además de ruidosos son proclives a la violencia o, cuando menos, al poco respeto a los demás, lo cierto es que en Talara hay un grupo de motociclistas que van por la provincia brindando ayuda. Ellos se autodenominan “Ángeles sobre ruedas”. Si bien comenzaron cincuenta, muchos pensaron que se trataba de un grupo para hacer carreras o “piques” y se retiraron cuando se dieron cuenta que en realidad la función principal del grupo era la de ayudar a los demás.
Ahora permanecen quince integrantes. No todos tienen moto porque el único requisito es tener el espíritu de ayudar. Y tanto es así que los “Angeles sobre ruedas” hacen actividades para reunir fondos y comprar ropa para niños pobres, medicinas para hospitalizados, alimentos para compartir en las zonas más deprimidas de nuestros asentamientos humanos. Y cuando un incendio o una inundación afecta algún sector de la provincia de Talara, es muy posible que sean ellos los que acuden primero, haciendo rugir sus ligeros vehículos.
Como podemos ver no es un grupo de improvisados ni “emocionalistas”, sino que sus integrantes tienen como disciplina de vida el brindar ayuda social. Incluso cuentan con un estricto código interno de conducta que es respetado por todos los miembros. Marcus Ancajima Puirizaca, de 28 años, es el “ángel” fundador. “Nos une las ganas de contribuir con los más necesitados. No hay edad para eso. Los Ángeles son todo: mi familia, mi pasatiempo, mi manera de vivir”, precisa.
David Montero, de 16 años, es uno de los integrantes más jóvenes. No solo ha realizado jornadas de limpieza de playas sino que ha ayudado en la preparación de chocolatadas y en la repartición de útiles escolares. Y en la preparación de cebichadas y actividades similares para reunir fondos. “Con mucho amor”, recalca. Pasado un momento, las motos vuelven a avanzar por el asfalto talareño. Los “Ángeles sobre ruedas” van a otro lugar a seguir cumpliendo el divino mandato de ayudar.